Altair Mendiburu perdió a su hija Iria a los seis meses de embarazo . Era abril de 2024 y a la ilusión inicial de ser madre por segunda vez le siguió la incertidumbre tras sufrir algún sangrado . Esta vecina de Badostáin ya había tenido dos pérdidas previas –“en la semana 7 u 8 de gestación”– y un día, yendo a buscar a su otra hija, Vega , al colegio, volvió a sufrir un sangrado abundante .

La pequeña se quedó con su tío y Altair y su marido, Pablo Goñi, acudieron a Urgencias . Allí, los médicos le intentaron parar la hemorragia y le realizaron pruebas para ver si la bebé se encontraba bien, pero finalmente, con una ecografía, llegó la peor frase que una madre puede llegar a escuchar: “No hay latido” .

Altair se emociona al recordar la que sin duda fue la noche m

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