En la Estación de Policía Palestina, Huila, el compromiso de los uniformados no solo se refleja en su labor diaria por la seguridad de los ciudadanos, también en su amor y dedicación hacia los animales.

Uno de los mejores ejemplos es Vaquita, una perrita criolla que llegó hace pocos meses a la estación y que hoy se ha convertido en la compañera incondicional de los policías. Cariñosa, noble y juguetona, Vaquita es cuidada con esmero por los uniformados, quienes de su propio bolsillo destinan recursos para su alimentación y bienestar.

Cada caricia, cada alimento y cada momento compartido son prueba del profundo vínculo que los une. Para los policías de Palestina, Vaquita no es solo una mascota: es parte de la familia policial.

El cuidado y protección de los animales es una tarea de todos

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