La sabiduría popular, encapsulada en refranes y dichos, ofrece lecciones concisas sobre la condición humana y las reglas no escritas de la sociedad. Entre estas sentencias destaca una con raíces en el ámbito lingüístico del catalán aragonés: 'El puesto de la rabosa, el que se'n va ya no s'y posa'. Esta frase, que literalmente significa 'El puesto de la zorra, el que se va ya no se sienta en él', trasciende la simple imagen animal para erigirse como una severa advertencia sobre la pérdida de oportunidades y la imperiosa necesidad de compromiso.
En su esencia, el refrán se utiliza para subrayar una realidad incontestable: si alguien abandona un lugar, ya sea un cargo, una posición social o una oportunidad profesional, ese puesto queda vacante y, por la lógica de la competencia y la fugaci