Varias comunidades autónomas han apostado por la trasformación de edificios de oficinas y locales obsoletos para resolver el problema de la vivienda . Los gobiernos regionales de Madrid, Baleares o Andalucía han aprobado ya en sus parlamentos regulaciones para flexibilidad los cambios de usos, mientras otras, como País Vasco, también lo tienen encima de la mesa, una corriente que solo acaba de empezar, según la Guía de cambio de uso de oficinas a residencial elaborada por Grupo Tecnitasa, que cifra en hasta 28.000 las viviendas que se podrían construir en Madrid y Barcelona .
"Si bien no es la panacea que por sí sola solucionará la crisis de vivienda —pues el volumen total aún es modesto frente a las necesidades nacionales—, sí es una pieza importante del puzzle: alivia la presió