A las 22:00 horas del martes 14 de octubre, Pamela Genini, de 29 años, atendió el portero automático de su edificio en Via Iglesias en Milán : “Es Glovo”. Sabía que la Policía estaba en la puerta y esperaba ganar segundos.
Al otro lado, Gianluca Soncin, 52, su pareja , adivinó que no se trataba de un repartidor. Tomó un cuchillo de cocina y la atacó . Pamela alcanzó la terraza, donde pidió ayuda a gritos .
Cuando los agentes lograron forzar la entrada del portal y la puerta del piso, hallaron una escena irrefrenable: según el relato policial, Soncin continuaba blandiendo el arma, llegó a asestarse dos cortes en el cuello y fue finalmente reducido . Las heridas de Pamela fueron mortales; las de él, no.
Un asalto contrarreloj que no llegó a tiempo
La brigada policial, alert