De acuerdo con antecedentes recogidos por este medio, los casos de “turbazos” en la Región Metropolitana han experimentado un incremento superior al 50% entre el segundo y tercer trimestre de este año, lo que naturalmente ha despertado inquietud en la población, porque además del impacto que implica que las personas sean asaltadas en sus propios hogares por un nutrido grupo de delincuentes -lo que da escaso margen para la defensa-, generalmente suelen ser actos acompañados de altos niveles de violencia, donde más de un tercio de las víctimas termina con lesiones.
Este tipo de delitos no es desconocido en nuestro medio; los ataques masivos a establecimientos comerciales son hechos que venían ocurriendo con cierta frecuencia, pero el que ahora se estén ampliando con mayor recurrencia hacia