Antonio Sanz fue durante muchos años el chico de Javier Arenas, el histórico líder del PP andaluz que no llegó a gobernar en la Junta. Afiliado a las Nuevas Generaciones con 15 años, este jerezano con domicilio en Cádiz ha sido de todo en el partido, ha pegado carteles, ha organizado mítines, ha sido parlamentario, diputado y senador, delegado del Gobierno central, portavoz del Gobierno de Juanma Moreno y su consejero de Presidencia, pero lo que nunca tenía pensado ser es consejero de Sanidad . Le habría gustado ser ministro de Interior. Quizás aún tenga tiempo.
Porque lo suyo eran los chalecos de los servicios de emergencia y los uniformes, no las batas blancas. Después de haber tenido a tres consejeros en sus mandatos, Juanma Moreno ha optado por una solución heterodoxa que revela l