Del campesino de Iowa a las grandes navieras, la guerra comercial sigue amontonando damnificados. China y Estados Unidos intercambian guantazos a dos semanas escasas de que sus líderes, Xi Jinping y Donald Trump , se encuentren en Corea del Sur . Las tasas portuarias simétricas a los barcos ajenos entorpecen el transporte global de mercancías y lo empuja a aguas inciertas.

El conflicto nace en una investigación ordenada por Joe Biden que concluyó que China se servía de prácticas injustas para dominar los sectores marítimo , logístico y de construcción naval . Trump, quien ha adoptado más políticas de su predecesor de las que admite, aireó esas conclusiones meses atrás, alertó sobre "la peligrosa dependencia de los transportistas chinos", anunció el "renacimient

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