En agosto de 2005, la capital del Magdalena fue escenario de uno de los casos más macabros de su historia reciente: el asesinato de un menor de 15 años en lo que, en su momento, se interpretó como un ritual satánico.

Santa Marta no olvidará jamás la mañana del 29 de agosto de 2005. En un solar baldío fue hallado el cuerpo sin vida de Héctor Henríquez Cabana, un adolescente de 15 años que, según las primeras versiones, habría sido víctima de un ritual de sacrificio satánico dirigido por una presunta secta que operaba en la ciudad.

El hecho estremeció a todo el país no solo por su brutalidad el joven presentaba heridas profundas en el cuello, pecho y brazo, sino por el detalle más escalofriante del caso: su propio hermano, Rafael Henríquez Cabana, de 19 años, confesó haberlo entregado al g

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