En la ruta 70, al lado del río Swannanoa, dos hombres trabajan todos los días para reconstruir el taller mecánico que perdieron en el huracán Helene . Ya ha pasado más de 1 año, pero allí, en el pequeño pueblo que lleva el mismo nombre que el río, las marcas de la tormenta no desaparecen.

Un ejemplo de ello es ese mismo taller: la oficina sigue cubierta de barro seco, faltan paredes, hay techos colapsados, maquinaria destruida y marcas del agua en las paredes de yeso rotas. Incluso falta un espacio completo que se lo llevó el río.

Es sabido que el 27 de septiembre de 2024 el huracán Helene devastó el oeste de Carolina del Norte y el río Swannanoa creció más de 26 pies. En el taller -llamado The Boyz Automotive- , el agua alcanzó cinco pies y destruyó herramientas, vehículos y gran

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