El primer ministro británico anuncia la publicación del testimonio de un alto funcionario que llevó a la Fiscalía a sobreseer el asunto

Keir Starmer tiene un punto débil que la oposición conservadora explota a conciencia. La mentalidad de abogado y fiscal, que fueron sus profesiones durante décadas, lleva al primer ministro británico a responder con lentitud y matices a las emboscadas políticas. Han pasado varios días de confusión y titulares escandalosos en los medios hasta que el jefe de Gobierno del Reino Unido ha anunciado este miércoles, durante la sesión de control parlamentaria, que hará públicas las declaraciones testificales de altos funcionarios de su Administración ante la Fiscalía, por el llamado caso de los espías de China . El Partido Conservador acusa a Downing Street de

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