VIRGINIA BEACH – En algunas partes del mundo, la imagen de Estados Unidos está marcada por el resentimiento . A medida que el presidente Donald Trump adopta una versión del siglo XXI del “destino manifiesto” (la creencia decimonónica de que Estados Unidos estaba divinamente destinado a expandirse por toda América del Norte) y busca capital político en la belicosidad , es posible que se avecine una nueva ola de ira global.

La convicción de que la expansión territorial de Estados Unidos formaba parte del plan de Dios sirvió para justificar toda clase de horrores contra los pueblos nativos . “Fuera, fuera con todas esas telarañas de derechos de descubrimiento, exploración, asentamiento, contigüidad”, escribió en 1845 el editor de un periódico, John O’Sullivan, refiriéndose a

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