Cuando el 1 de junio nació Adhara en Albacete , los médicos no fueron optimistas. «La ginecóloga nos dio el pésame directamente», recuerda Raquel García, su madre, con la serenidad de quien ha vivido al borde del abismo y ha logrado regresar. La bebé vino al mundo con apenas 23 semanas de gestación -al límite de lo que la medicina considera viable-, tras un embarazo que terminó mucho antes de tiempo. Pesó 600 gramos y midió tan solo 31 centímetros. Su supervivencia era, según los sanitarios, casi imposible. Pero la pequeña tenía otros planes.

Raquel y Fernando Vázquez, vecinos de Riópar (Albacete) , no han soltado su mano ni un solo día. Desde mayo, cuando Raquel ingresó con contracciones leves en el hospital de Hellín, su vida cambió por completo. «Nos dijeron que estaba de parto, qu

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