El auge de la IA se ha extendido a un campo del hardware conocido por su complejidad: la robótica humanoide. Forbes ha descubierto que dos empresas de Silicon Valley, cada una con más de 100 millones de dólares en financiación, han estado desarrollando en secreto máquinas con forma humana que esperan que algún día puedan realizar tareas que normalmente realizan las personas.
La primera, Rhoda AI, con sede en Palo Alto, recaudó una ronda Serie A de 162.6 millones de dólares en abril, lo que elevó su financiación total recaudada a 230 millones de dólares y valoró la empresa en casi un mil millones de dólares, según Pitchbook. Ha estado trabajando en una “plataforma de manipulación bimanual de propósito general”, conocida coloquialmente como un robot humanoide con dos brazos, según documento