En Colombia, los contratos de arrendamiento de inmuebles urbanos están regulados por la Ley 820 de 2003, una norma que establece los derechos y deberes tanto de arrendadores como de arrendatarios, así como las condiciones, formalidades y causas de terminación de los contratos de alquiler.
Esta ley busca equilibrar las relaciones entre propietarios e inquilinos, garantizando que no se impongan cobros o trámites que carezcan de respaldo legal.
La Ley 820 de 2003 protege a los inquilinos de pagos injustificados o depósitos ilegales, pero también obliga a los arrendatarios a cumplir con sus compromisos económicos y de uso del bien arrendado.
Lea también: Ley Propiedad Horizontal: ¿el administrador de un conjunto puede sancionar propietarios?
Qué trámite no pueden imponer los arrendado