No saltarse el desayuno es fundamental desde el punto de vista nutricional y metabólico porque, tras el ayuno nocturno, el organismo necesita reponer los niveles de energía y nutrientes esenciales para poner en marcha sus funciones.
Un desayuno equilibrado contribuye a mantener estables los niveles de glucosa en sangre , lo que ayuda a evitar picos de hambre y favorece un mejor control del apetito durante el día. Además, desayunar correctamente mejora el rendimiento físico e intelectual, favorece la concentración y previene la fatiga. Sin embargo, ¿cómo debe ser la primera comida del día? Rita Hernández , técnica superior en dietética y Máster en Nutrición Deportiva y Clínica del Hospital Universitario Vithas Las Palmas, nos da las claves para que sea realmente saludable.
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