Contar o acomodar los billetes antes de guardarlos es una práctica común que muchas personas realizan sin pensarlo. Este gesto, aparentemente automático, puede revelar aspectos sobre la forma en que cada individuo administra sus recursos y enfrenta la incertidumbre diaria.
Diversos estudios internacionales indican que cerca de un tercio de los adultos adopta rutinas para controlar el dinero, como contarlo o clasificarlo por denominación. Estas acciones contribuyen a generar sensación de orden y previsión, influyendo no solo en la estabilidad financiera sino también en la salud emocional.
De acuerdo con investigaciones psicológicas, mantener control sobre el dinero puede reducir la ansiedad y favorecer la concentración , del mismo modo que otros hábitos de organización que aportan es