- ¿Qué reivindican desde la asociación de anestesiólogos?
Pedimos, sobre todo, reconocimiento. La anestesiología sigue siendo una especialidad invisible. Los pacientes saben que hay un anestesista, pero casi nadie conoce su función ni su papel dentro del hospital. Sin nosotros, la actividad quirúrgica moderna sería imposible. Somos el cuello de botella de los quirófanos: si no hay anestesiólogos, no hay cirugías. Y no solo cirugías, también procedimientos de radiología, pruebas funcionales o tratamientos del dolor que dependen directamente de nuestra especialidad.
- ¿Por qué dice que son una especialidad invisible?
- El paciente nos ve solo un momento y luego no se acuerda de quién le durmió. Pero en una operación somos los responsables de su vida. Nuestra función no es dormir y despe