Hasta el momento de la elaboración de este texto, las lluvias han dejado decenas de muertos y desaparecidos y miles de damnificados sin contar las grandes pérdidas materiales en distintos estados del país a causa en buena parte de la negligencia de las autoridades federales estatales y municipales que hicieron caso omiso de las advertencias que hizo oportunamente el Servicio Meteorológico Nacional, desgracias que por lo visto pueden continuar en los próximos días.
Cuando vinculamos este tipo de fenómenos y sus secuelas a la actividad gubernamental tan cercanos como los que se están presentando en el golfo de México y algunas entidades federativas del interior de la República, el asunto adquiere otra dimensión, pues un asunto que está causando tantas pérdidas materiales y humanas y dolor p