La selección de Luis De la Fuente ha demostrado que puede ganar a cualquiera, lo cual no impide que ese mismo cualquiera nos pueda arruinar el carnaval
Supongo que echo de menos aquella España tragicómica que nunca se sentía favorita en los grandes eventos internacionales, si acaso en Eurovisión, casi siempre con desastroso desenlace. El nuestro era un país que confiaba en Sergio Dalma, o en Serafín Zubiri, mientras sospechaba abiertamente de Rafael Gordillo, Manu Sarabia o Pep Guardiola. Un país de toreros que ante la duda prefería aplaudir al toro, como sugirió en cierta ocasión Luis Aragonés . A él le debemos una gran parte de aquella osadía: la de poner a los mejores para poder mirar de frente al resto de grandes selecciones, aunque por estatura nos faltasen dos palmos para cumplir