En este punto de inflexión es donde entra a revisión lo legítimo que sin duda es el derecho a manifestarse y expresarse, más cuando la labranza de la tierra sí sufre de abandonos y rezagos, pero igual permea la posibilidad de la politización cuando los cabecillas de la inconformidad se rehúsan a ser parte de la mesa tendida para los acuerdos.

A Baltazar Valdez Armentia, dirigente de la agrupación Campesinos Unidos de Sinaloa que el martes paralizó el centro de Culiacán y obstruyó casetas de cobro de peaje en carreteras, se le invitó a la mesa de acuerdos que un día antes presidió el Secretario de Agricultura federal, Julio Berdegué Sacristán, con organizaciones del sector, pero el líder de la movilización declinó al diálogo al argumentar el apremio de cumplir con la protesta del Frente Na

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