Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, Jules Rimet consolidó una de sus más notables iniciativas: dar un nombre propio al trofeo máximo del fútbol internacional. En el Congreso de la FIFA de Luxemburgo, celebrado en 1946, se determinó que el Campeonato Mundial de fútbol pasaría a llamarse oficialmente Copa Jules Rimet , un reconocimiento directo a años de trabajo y liderazgo al frente del máximo órgano rector del fútbol. Ese tributo se instituyó mientras el organismo se preparaba para la disputa del Campeonato Mundial de 1950 en Brasil, el primer torneo organizado tras la devastación ocurrida durante la Segunda Guerra Mundial.
De origen francés, Rimet nació el 14 de octubre de 1873 en el pequeño almacén alimentos de su padre, situado en Theuley-les-Lavoncourt, en el departamento de