El crowdfunding en México ha cumplido una década, transformándose en una vía esencial para que millones de mexicanos inviertan y accedan a rendimientos antes exclusivos para unos pocos. Se estima que para el 40% de los usuarios de estas plataformas, el crowdfunding fue su primera inversión. Además, el crowdfunding se ha consolidado como un vehículo para que cientos de miles de personas y proyectos obtengan financiamiento con tasas y condiciones más justas.
Sin embargo, un tema crucial ha permanecido pendiente: la certidumbre fiscal. La Ley Fintech de 2018, que reguló la actividad, no abordó este aspecto, dejando a la interpretación de inversionistas, plataformas y solicitantes cuánto y cómo aplicar los impuestos. Esta ambigüedad ha limitado el potencial de la industria, la recaudación y l