A lo largo de más de cuatro décadas, la Selección Argentina juvenil se consolidó como la más laureada del planeta en la categoría Sub-20. Con seis títulos mundiales y una camada de futbolistas que luego dejaron huella en la Mayor, el equipo nacional fue sinónimo de talento, trabajo y una identidad de juego que trascendió generaciones.
Este domingo, en Chile, el equipo dirigido por Diego Placente intentará escribir un nuevo capítulo de gloria y alcanzar su séptima estrella, en una final ante Marruecos que también puede tener un hito personal para su entrenador: ser el primero en la historia en consagrarse campeón del mundo Sub-20 como jugador y como DT.
El recorrido comenzó en Japón 1979, cuando Diego Maradona y Ramón Díaz deslumbraron al mundo bajo la conducción de Césa