La NASA confirmó que en 2030 la Estación Espacial Internacional (EEI) saldrá de órbita y a través de un proceso de destrucción controlada se la hará estallar en el área más alejada de cualquier tierra firme, que se encuentra a aproximadamente 2.722 kilómetros de la Antártida. Se planea que sus restos impacten en el Polo de inaccesibilidad del Pacífico o también denominado como “Punto Nemo” , considerado como el ‘cementerio’ de naves espaciales y satélites.
Se llevará a cabo a través de la utilización de una nave soporte, que será la responsable de dirigir a la EEI hacia el planeta Tierra, y que, por medio de movimientos de propulsión conocidos como “quemaduras de frenado” desacelerará su velocidad.
El ex astronauta de la NASA y administrador asociado de la Dirección de