Marruecos ha conseguido un pase histórico a la final del Mundial Juvenil al imponerse a Francia en una dramática tanda de penales, consolidando así la presencia del fútbol africano en la élite global. El encuentro, intenso y plagado de emociones, se definió tras un empate a uno en el tiempo reglamentario y la prórroga.
El partido tuvo un punto de inflexión a los 30 minutos, cuando una revisión del sistema VAR (Video Assistant Referee), solicitada por el cuerpo técnico marroquí, resultó en un penal para los "Leones del Atlas". Yassir Zabiri se encargó de convertir el tiro, poniendo el 1−0 en el marcador tras un rebote del arquero francés. Francia, que no contó con Saïmon Bouabré —reclamado por su club en Arabia Saudita—, logró el empate gracias a un gol de Michal en una jugada de conjunto.