El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019), sin competir en el proceso electoral ni haber respaldado a ningún candidato, juega su propio partido en los comicios, con aspiraciones de reconstruir capital político ante el fin del ciclo del Movimiento al Socialismo (MAS), agazapado en medio de una difícil coyuntura económica para el nuevo Gobierno y sin perder de vista una posible detención.
Morales, quien no pudo postular por el límite constitucional de mandatos, se declaró victorioso tras la primera vuelta de agosto, en la que llamó al voto nulo, que obtuvo un récord de casi 20 %. Esta vez, no convocó a la impugnación del voto.
“Evo se mantiene como eje político incólume de la región cocalera. Desde allí está tratando de rearticularse, con miras a (las elecciones regionales de) 202