Las reticencias para reducir las adquisiciones a EE UU y las dificultades de la industria para cubrir toda la demanda lastran la autonomía en defensa

Uno de los mantras del rearme europeo ha sido el de “comprar más material de defensa, comprar juntos y comprar europeo”. Sin embargo, en un panorama político en ebullición, avivado por las constantes presiones de Washington para que Europa se rearme, pero con material estadounidense, la UE se está resignando a que ese camino hacia la autonomía estratégica en defensa sea más lento. En la nueva hoja de ruta de preparación para una hipotética guerra, que ha presentado este jueves, la Comisión Europea ha renunciado a marcar un plazo temporal para alcanzar el objetivo de que al menos un 55% de las compras militares de la UE se realicen en el me

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