En medio del esfuerzo que hacen mientras pedalean, a Juan Guillermo y Javier Ignacio siempre se les ve alegres, con su fina sonrisa y una energía contagiosa, la misma que transmitía su padre, Ignacio Montoya, el popular Pesicolo o La Pantera, que hasta el último día de su vida montó en bicicleta (falleció el año pasado) y de quien heredaron la pasión por el ciclismo.

Los hijos de aquel reconocido excorredor antioqueño, que estuvo presente en siete Vueltas a Colombia , seis Clásicos RCN y fue campeón bolivariano en 1985, le darán caché a la edición 52 del Clásico El Colombiano , la competencia de ciclismo recreativa más tradicional del país y por la que sienten gran aprecio porque fue en la que cogieron vuelo para llegar a la élite de este deporte.

Por el lado de Juan Guillerm

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