El petróleo, el gas y el carbón seguirán dominando la combinación energética mundial mucho más allá de 2050, ya que el aumento de la demanda de electricidad supera el ritmo de cambio a energías renovables, según un nuevo informe de McKinsey.
El uso continuo de combustibles fósiles supone un gran reto para la consecución de los objetivos climáticos globales de emisiones netas cero.
Según el informe, la demanda de electricidad aumentará principalmente debido a un incremento previsto del 20% al 40% en los sectores de la industria y la construcción de aquí a 2050, siendo los centros de datos norteamericanos los que más contribuirán a este aumento.
Se prevé que el uso del gas natural para la generación de electricidad aumente significativamente, mientras que el uso del carbón también podría