Detrás del expediente de regulación de empleo (ere) presentado por Keter Iberia en su planta de Zaragoza, dedicada a la fabricación de productos plásticos para el hogar y el jardín, se esconde una “deslocalización productiva” y no meras razones organizativas o productivas, como sostiene la empresa de origen israelí.
Así lo han denunciado fuentes de CCOO, que forma parte del comité de empresa junto a UGT y CGT. A un semana de que concluya la negociación de despido colectivo las posiciones entre la parte social y empresarial siguen alejadas.
El ajuste laboral afecta, según la última propuesta de la compañía, a 58 de los 105 trabajadores de la factoría ubicada en la carretera de Logroño y el centro logístico de Monzalbarba, de manera que permanecerían en torno a 40 empleados.
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