En la última década, el fútbol mundial ha entrado en una dinámica de crecimiento constante. Ligas nacionales, copas domésticas, competiciones continentales, selecciones nacionales, giras de pretemporada y torneos inventados por patrocinadores o federaciones... El calendario se ha convertido en un rompecabezas imposible de resolver. Lo que para los aficionados significa más espectáculo y partidos casi todos los días, para los protagonistas —los futbolistas— es una realidad cada vez más asfixiante.
Hoy, la congestión de partidos y la acumulación de competencias han abierto un debate urgente: ¿hasta qué punto se puede exprimir el cuerpo y la mente de los jugadores?
Un estudio del CIES Football Observatory analizó 40 de las ligas más importantes del mundo y concluyó que, en promedio, se real