“La unión hace la fuerza”, reza el refrán que habitantes del ejido Javier Rojo Gómez, a unos 30 kilómetros de la cabecera de Álamo Temapache, aplican para recuperarse de la tragedia que dejaron las lluvias de hace una semana en la zona norte de Veracruz .
Sin acompañamiento de autoridad alguna, ejidatarios y trabajadores pusieron manos a la obra para limpiar las casi 70 casas inundadas de la comunidad, liberar caminos y retirar árboles caídos por la crecida de la corriente del río Pantepec, que tiene como vecino.
No tuvieron pérdidas humanas que lamentar, pero las fuertes precipitaciones, que se prolongaron más de 30 horas, les pegaron en su principal sustento: la naranja.
Esta comunidad, limítrofe con el estado de Puebla y de difícil acceso, es habitada por unas 70 familias, en las q