Con la llegada de la primavera aumentan las consultas por hiperpigmentaciones: melasma, manchas posinflamatorias y lentigos solares suelen intensificarse con los primeros días despejados. “Durante esta época, la radiación solar alcanza niveles muy altos, incluso en días nublados. Esto puede provocar o agravar manchas como el melasma, las hiperpigmentaciones postinflamatorias y otros signos de fotoenvejecimiento. La prevención y el diagnóstico precoz son esenciales ”, explica la dermatóloga de Clínica Áurea, Dra. Andrea Cortés.
La regla de oro no cambia: fotoprotección rigurosa. “El protector solar debe aplicarse cada cuatro horas y complementarse con sombreros, anteojos y antioxidantes tópicos u orales” , señala la especialista. En paralelo, recomienda una rutina con despigmentantes