Un disidente fugado, un reconocido abogado al que se le acabó la carrera, un fiscal que terminó acabando con su vida cuando se vio en problemas, un policía que no soportó la presión, un patrullero asesinado, una montaña de documentos falsificados y una caleta de las Farc escondida en medio de la selva del Caquetá con 8.000 millones de pesos en efectivo. Todos estos elementos forman parte de una insólita historia que mezcló avaricia, ingenuidad y delitos.
Como si se tratara del relato de la leyenda de El Dorado, la supuesta ciudad hecha de oro que por décadas obsesionó a conquistadores españoles y aventureros, la historia sobre una “guaca de las Farc” llevó a un grupo de funcionarios judiciales y uniformados a planear y emprender una operación para llegar hasta un puerto cercano al munici