España se enfrenta a una nueva emergencia ambiental y sanitaria: la expansión descontrolada de la avispa asiática o velutina ( Vespa velutina nigrithorax ), una especie invasora que está colonizando amplias zonas del norte del país con consecuencias fatales. La muerte del concejal Ramón José Dopico Martínez , representante del Partido Popular en el municipio gallego de Irixoa (A Coruña), tras sufrir múltiples picaduras , ha elevado la alerta al más alto nivel.

La Vespa velutina , detectada por primera vez en Navarra en 2010, ha extendido su presencia a Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Cataluña, así como a territorios del interior peninsular como Castilla y León. Su avance no se ha frenado en los últimos años, y ahora está considerado un riesgo creciente tanto para la salud humana como para los ecosistemas locales .

Una amenaza doble: sanitaria y ecológica

Esta avispa asiática representa un doble peligro . Por un lado, su veneno es extremadamente potente y puede provocar reacciones alérgicas graves o incluso la muerte , como ha sucedido con Dopico Martínez. En personas no alérgicas, una sola picadura puede causar fiebre, dolor agudo y, si se acumulan varias, intoxicaciones sistémicas graves . Por otro lado, la velutina es una depredadora voraz de abejas melíferas , lo que pone en jaque la producción apícola, la polinización de cultivos y el equilibrio ecológico.

La Asociación Galega de Apicultura advierte que en algunas zonas de Galicia las poblaciones de abejas han descendido más de un 40 % en los últimos tres años por ataques de velutinas. La situación es tan crítica que muchos apicultores han tenido que abandonar la actividad.

El Congreso activa un plan urgente

Ante la gravedad de la situación, el Congreso de los Diputados ha aprobado este viernes un plan de emergencia nacional para frenar la expansión de la avispa velutina. El documento, que se aplicará en colaboración con las comunidades autónomas más afectadas, incluye:

  • Monitoreo intensivo de nidos mediante tecnología dron y sensores acústicos.

  • Captura selectiva mediante trampas biológicas no agresivas con el entorno.

  • Campañas de sensibilización ciudadana para identificar y reportar nidos.

  • Refuerzo de cooperación internacional con Francia y Portugal, países también afectados.

  • Dotación económica específica para municipios rurales en riesgo y asistencia a afectados.

El plan también contempla una partida para investigación científica en universidades y centros especializados que buscan métodos biológicos de control de la especie.

Un problema que no es nuevo, pero sí urgente

La Vespa velutina fue incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras en 2013, y su gestión está regulada por legislación nacional y directivas europeas. Sin embargo, los expertos llevan años alertando de la falta de coordinación entre administraciones, la escasa financiación para métodos de control y la reacción tardía de las autoridades.

El entomólogo Álvaro Míguez , investigador del CSIC, advierte:
«Estamos ante una especie extremadamente adaptativa. Ha encontrado en el norte de España un clima favorable, pocas barreras naturales y escasa depredación. Su proliferación es una amenaza real para la salud pública y para sectores clave como la agricultura y la apicultura».

Una trampa casera como defensa provisional

Ante la dificultad de eliminar los nidos, muchas zonas rurales están recurriendo a trampas caseras elaboradas con botellas de plástico, cerveza, vino blanco y azúcar, una mezcla que atrae a las velutinas sin dañar a otros insectos. Aunque estos métodos no son selectivos ni sostenibles a largo plazo, se han convertido en una medida de emergencia ante la inacción institucional en zonas poco urbanizadas.

Reacción social y política

La muerte del concejal Dopico ha generado una fuerte respuesta política. El presidente de la Xunta de Galicia , Alfonso Rueda, ha solicitado al Gobierno central una dotación extraordinaria para combatir la plaga en los municipios gallegos. Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado , pidió «actuar con urgencia y dejar de subestimar esta amenaza».

Los grupos ecologistas han solicitado que el plan incluya medidas para proteger especies nativas, como la avispa autóctona, y que se garantice la formación de los agentes forestales y bomberos para una correcta retirada de nidos.