Escena 1: el Presidente dice en una entrevista radial que “nos van a salir los dólares por las orejas ”.
Escena 2: al día siguiente interviene nuevamente el Tesoro de los Estados Unidos para ayudar al gobierno argentino a sostener el peso, pero ese mismo día el dólar vuelve a subir.
A esta altura, se debe estar arrepintiendo Javier Milei de haber incumplido su promesa electoral más famosa: la de dolarizar la Argentina y dejar en el pasado casi un siglo de incapacidad de los gobernantes de este país para gestionar una moneda confiable.
La secuencia de escenas que se vivió la semana pasada en la Argentina es sorprendente : es tradicional que los argentinos duden de la capacidad de su gobierno para mantener la estabilidad monetaria. La desconfianza en la moneda está en el ADN de lo