Alrededor de unas 250 personas se han concentrado este sábado al mediodía a las puertas del Ayuntamiento de Jaca para mostrar su malestar por el inminente cierre del supermercado Santa Orosia, después de conocer que el propietario del local decidió no renovar el contrato de alquiler a los gestores del negocio, con el fin de destinar dicho espacio a viviendas turísticas .
Su decisión condena a desaparecer a este pequeño supermercado familiar, encabezado por Fermín Orieta, que viene prestando servicio desde hace 13 años en el barrio de la Universidad y ha sabido ganarse el cariño de los vecinos de la zona, donde no existe ningún otro comercio similar.
“Han sido 13 años muy buenos y voy a extrañar a mucha gente a la que no voy a olvidar. Me apena irme, no siendo una decisión nuestra