El fiscal Pablo Jávega afirmó que no hay indicios que la muerte de Mario Allende en su casa en Banda Norte haya sido por un robo, al precisar que "no se advirtió un desorden propio de la búsqueda de algún elemento de valor. Todo esto es lo que se está intentando determinar”.

El miércoles a la tarde, el hombre de 84 años fue encontrado por su hija Liliana ensangrentado y sin vida producto de un golpe en la cabeza, en un sillón del comedor de la precaria vivienda de Quena y Bariloche, en barrio El Acordeón, a metros del río.

Con el avance de la investigación se determinó que Allende fue ultimado de varios golpes en el cráneo.

Una almohada con manchas de sangre fue encontrada en el patio de la vivienda, entre otros elementos secuestrados. También podría estar el utilizado para matarlo.

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