
Desde primeras horas de la mañana, Sanlúcar de Barrameda vivía una jornada de expectación ante la boda de Alberto Herrera Montero (32) y Blanca Llandres Parejo (30) . El enlace religioso tuvo lugar en la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad , patrona de la localidad gaditana.
El hijo de Carlos Herrera y Mariló Montero llegó puntual al templo, mientras que la novia apareció minutos después en un llamativo Méhari descapotable naranja , robando las miradas de los presentes.
El vestido de novia, una obra artesanal de Nicolás Montenegro
El misterio sobre el vestido se desveló al momento. La novia, hija de Blanca Parejo y Carlos Llandres , lució un diseño exclusivo de Nicolás Montenegro , confeccionado en bambula de seda con la colaboración de Rocío Crusset . El modelo, de inspiración romántica y corte imperio , requirió más de 40 horas de trabajo artesanal .
El vestido destacaba por su escote cuadrado, cuerpo drapeado y una espectacular cola de seis metros, acompañada de un velo de organza de seda natural . Blanca completó su look con un ramo campestre en tonos lila y buganvilla, y un peinado natural con melena suelta, obra del estilista Juan del Ojo .
Los looks más comentados: Mariló Montero y los invitados destacados
Entre los asistentes, destacaron Carlos Herrera y Pepa Gea , ella con un diseño coral de Tot-Hom , y Mariló Montero , madrina del novio, que lució un elegante vestido azul pavo con escote en V y vuelo amplio. La periodista brilló sin mantilla, optando por un estilo moderno y favorecedor.
También asistieron Rocío Crusset , Francisco Rivera , Lourdes Montes , Sibi Montes , Luis Miguel Martín Rubio , Mercedes Morón , y José Manuel Soto , tío de la novia, junto a su esposa Pilar Parejo y sus hijos.
Una ceremonia llena de emoción y música
El enlace estuvo marcado por momentos de gran emotividad. Carlos Herrera dedicó unas palabras a los recién casados, mencionando con ternura al futuro nieto que espera. La ceremonia contó con interpretaciones musicales de Marcos Soto y Salvador Montero , y fue coordinada por el compositor Manuel Marvizón .
Las lecturas estuvieron a cargo de José Parejo y Mariló Montero , mientras que Rocío Crusset leyó las peticiones. El sacerdote definió la unión como “dos corazones que laten al unísono del Señor”.
Una boda sencilla, elegante y familiar
Tras la ceremonia, los novios y sus invitados se trasladaron a la finca Casa Marbella , propiedad de la periodista Teresa de la Cierva , situada frente al Coto de Doñana . Allí disfrutaron de una celebración íntima, marcada por el estilo personal de la pareja: una boda sin dress code estricto , con ambiente relajado, familiar y lleno de detalles originales.
Blanca Llandres , embarazada de cinco meses, lució radiante, y el vestido de Montenegro disimulaba con elegancia su incipiente embarazo. La pareja quiso que todo reflejara su personalidad: naturalidad, alegría y cercanía.