Por Deilin Ochoa
México es un país donde la naturaleza y la mitología conviven de manera única. Entre la espesura de la selva, las cuevas de cenotes y los rincones de antiguas ruinas mayas, se esconde un ave singular: el Toh, también conocido como mot-mot (Eumomota superciliosa), o “pájaro reloj” por la curiosa forma de su cola.
La leyenda maya cuenta que el Toh, admirado por su plumaje tornasolado y su elegante cola, era un ave vanidosa y holgazana que dependía de otras aves para alimentarse. Sin embargo, tras enfrentar una tormenta que lo dejó sin comid a, comprendió la importancia de la colaboración y decidió contribuir al bienestar del grupo. Así, el Toh se convirtió en un símbolo de aprendizaje, maduración y evolución, valores que aún hoy se le atribuyen en la tradición maya.
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