El 7 de noviembre de 1975, después de varias semanas de agobiante deterioro físico e insoportable dolor, el equipo médico que trataba a Francisco Franco finalmente decidió que dejara la sala de primeros auxilios del Palacio de El Pardo, donde se lo trataba hasta ese momento. Y en una ambulancia militar lo llevaron a la Ciudad Sanitaria La Paz. “Qué duro es morir”, alcanzó a murmurar Franco, en uno de los escasos momentos en que pudo recuperar la conciencia y el habla.
No hubo mucho para hacer, el final era inexorable. El parte médico oficial indicó que Francisco Franco, el “Caudillo” de España, el “Generalísimo” y cuántos títulos pudieran agregarse “ha muerto a las 5.25 de la madrugada del 20 de noviembre de 1975. La causa fue un shock endémico provocado por una aguda peritonitis bacter