Todos los procesos reaccionarios y neofascistas incluyen prácticas racializadoras orientadas a imponer jerarquías al interior de la humanidad. Las prácticas coloniales, el esclavismo y las segregaciones lingüísticas, étnicas, fenotípicas o religiosas, han sido algunos de los pretextos para justificar el control social. El establecimiento de divisiones al interior de los sectores populares ha sido, siempre, uno de los dispositivos más útiles para establecer la dominación sobre las grandes mayorías. El "divide y vencerás" de Julio César se hace presente, en forma reiterada, para instituir fragmentaciones sociales, evitando –de esa manera– que los pueblos detecten como enemigo común a quien verdaderamente los somete y los oprime.
Esta semana cientos de miles de manifestantes salieron a las c