Rosa Amelia Padrón, perteneciente al urbanismo Dr. José Gregorio Hernández, es una de las devotas del santo venezolano y contó, con lágrimas y mucha emoción, cómo recibió la visita del «médico de los pobres» en su casa, sanándola de una dolencia en sus brazos.
«Yo tenía un malestar en mis dos brazos, no podía levantarlos, sentía que no tenía fuerzas, andaba en tratamiento, pero mi fe siempre puesta en el doctor José Gregorio Hernández hasta que, un día me visitó, entró a mi habitación y sentí que me vacunó. Era una luz muy bella que al recordarla me llena de mucho sentimiento, porque él me sanó», argumentó.
Desde el año 2017, en la urbanización «Mi Pequeña Comunidad José Gregorio Hernández», celebran con solemnidad a su santo patrono. Magali Saballo, coordinadora del grupo religioso, exp