Con un esmoquin impecable de arriba y abajo, sin faltar la emoción en su rostro, Antonio Banderas dejó por unos minutos la boda de su hija para hacer un brindis con los periodistas que, apostados desde plena mañana a las puertas de Abadía Retuerta, esperaban alguna declaración de los asistentes al evento del año. Se consiguió, y de la principal figura de la celebración, con el actor malagueño dedicando unas palabras a "la gente de Castilla y Valladolid y sus pueblos por cómo se han portado" en estos días de máxima expectación, como si fuese la gala de estreno de una de sus grandes películas.

No saldrá en los cines, pero en parte lo vivido por Banderas durante este semana es como el sumun a su gran obra personal , desde la crianza de Stella del Carmen hasta el momento que decid

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