Suele decirse que la primera víctima de toda guerra es la verdad y que la Historia la escriben los vencedores. Eso será en las guerras normales, con vencedores y vencidos... normales. Nada que ver con lo que viene sucediendo hace ochenta años entre árabes e israelíes. El 7 de octubre ha puesto a prueba las distintas narrativas sobre un conflicto que cada vez se entiende o se quiere entender menos -sobre todo desde Europa-, lo cual no ayuda a adivinar por dónde van los tiros. Ni por dónde puede venir la paz.
¿Ha acabado la guerra porque lo diga Trump y ? Sin duda, el espaldarazo de Donald Trump a Benjamin Netanyahu está a la altura del de Harry Truman a David Ben-Gurion, cuando la Casa Blanca reconoció el Estado de Israel sólo once minutos después de su proclamación de independencia, e