Pocos organismos públicos habrá en el mundo occidental-democrático tan descaradamente partidistas como el Centro de Investigaciones Sociológicas desde que pusieron de director a José Félix Tezanos. Por cierto, tuvieron que echarlo de la ejecutiva federal del PSOE porque él no veía incompatibles los dos cargos. Le parecía normal.
Desde entonces no ha parado de hacer trampas. No es que haya “cocinado” los datos de sus encuestas para favorecer algo o mucho las expectativas del Gobierno que abona su nómina –con dinero de todos los españoles, claro está–, es que las pone al servicio de su partido en cada coyuntura y circunstancia. Sin disimulos, ni matices ni coartadas científicas o técnicas.
Con Tezanos el CIS ha traspasado todas las fronteras del servilismo demoscópico. Es la única compañía