Por Marcelo di Marco (*)

—Buena pregunta —repitió Tío Marce—, y una respuesta posible tal vez sintetice todo este libro que vamos escribiendo juntos. Como bien dijo Guadalupe Losada, una alumna que aterrizó hace muy poco en el Taller de Corte y Corrección, “Hay distintos grados de naranjez”.

—Adivino qué quiso decir con eso, máster. Y es que hay palabras más exprimibles que otras , ¿verdad?

—Exactamente, las hay. A pesar de su reciente ingreso a mi escudería, Guadalupe cazó al vuelo esa enseñanza. Tiene que ver con aquello que explicaba Fernando Sorrentino cuando lo trajimos al .

— La cuestión de los hiperónimos y los hipónimos. Me dejaron pensando esas palabras.

—¿En qué?

—En que no tengo la menor idea de qué significan.

—¿Y por qué no me preguntaste, abrazafarolas? ¿Por no p

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