Hace casi exactamente un mes atrás, esta columna mencionaba cómo la campaña convivía con (u omitía hablar de) dos mujeres muertas . En ese momento, ya era noticia el femicidio de Jessica Scarione y el hallazgo del cuerpo de otra joven en una cantera del basural de Neuquén, hasta entonces no identificada.
Hoy las muertas son tres: a los crímenes de Jessica y Ángela Gladis Díaz se sumó esta semana el de Azul Semeñenko, una trabajadora estatal de 49 años que estaba desaparecida desde el 25 de septiembre.
El hallazgo de su cuerpo en un canal de riego del barrio Valentina Norte Rural, envuelto en un colchón inflable y atado con alambres y sogas, se dio luego de tres semanas de búsqueda casi a ciegas por parte de la policía de la provincia.
Su muerte hoy se investiga como un “crim