Lejos de parecer chovinista, cabría decir por delante que llenar el vacío en los carteles tras la repentina retirada de Morante de la Puebla en Las Ventas no es fácil. Pero que ahora quedan un ramillete de toreros -no muchos, eso está claro- que atesoran en sus muñecas y en su sentir la grandeza de unir sus formas clásicas a los tiempos modernos de hoy en día .
Efectivamente, cada torero es distinto por su diferente forma de sentir, que es donde se eleva la dimensión del toreo, donde se revaloriza y alcanza la mayor difusión de su concepto. Así que, tanto por la unidad del estilo arquitectónico y clásico, por el ejercicio de su manera tan desarrollada y asentada en su interior y, sobre todo, por la pureza en la forma de torear, el más acertado -y el que verdaderamente pu